Acerca de nosotros
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Comisión Episcopal para Vocaciones y Ministerios
IDENTIDAD:
La Comisión Episcopal para Vocaciones y Ministerios (CEVyM), confiándose a la acción del Espíritu Santo, a la intercesión de la Virgen María y de San José, tiene como identidad, asumiendo los principios teológicos que sustentan la estructura de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), expresar la colegialidad episcopal y la comunión eclesial de todos los agentes involucrados en la importantísima labor pastoral de la promoción, formación y acompañamiento sea de las Vocaciones específicas como de los diversos Carismas y Ministerios que suscita el Espíritu de Dios en su Iglesia.
Nuestra MisiónLa CEVyM tiene una función subsidiaria, a través de sus dimensiones, para las provincias eclesiásticas y diócesis de México, en lo que respecta a la promoción, formación inicial y formación permanente de las diversas vocaciones y ministerios en la Iglesia. |
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OBJETIVO GENERAL 2021 - 2024
«Concientizar la cultura vocacional desde nuestras Dimensiones episcopales, para impulsar una Iglesia más sinodal y discípula misionera, asumiendo desde la propia vocación específica el compromiso de acompañar a nuestro pueblo en sus dolores y esperanzas, en fraternidad comunión y justicia».
OBJETIVO DE LA CEM«Impulsar una Iglesia más sinodal y discípula misionera asumiendo los compromisos pastorales del PGP y la vivencia del Encuentro Eclesial, para peregrinar juntos bajo la mirada amorosa de Santa María de Guadalupe al encuentro de Jesucristo Redentor, acompañando a nuestro pueblo en sus dolores y esperanzas, en fraternidad, comunión y justicia». |
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DESAFÍOS PASTORALES Y LÍNEAS DE ACCIÓN
1. Impulsar la sinodalidad entre todas las Dimensiones episcopales que formamos la CEVyM y sus organismos afines.
a. Descubriendo y potenciando los desafíos y acciones comunes en las Dimensiones episcopales para trabajar en sinergia y comunión.
b. Fortaleciendo los equipos de trabajo de las Dimensiones episcopales y los procesos de renovación de los planes, así como de las estructuras, con un sentido de comunión y participación eclesial.
2. Comprender la autenticidad de la Cultura vocacional que se dirige a todos los bautizados.
a. Concientizando a través del Boletín de la CEVyM, con un apartado específico sobre la Cultura Vocacional.
b. Creando mecanismos con la Dimensión de PV para hacer llegar reflexiones de la Cultura vocacional a los responsables diocesanos de la PV, y a través de ellos que lleguen a los obispos, superiores, superioras y rectores.
3. Propiciar el encuentro personal con Jesucristo encarnado en la realidad del país.
a. Recordando que éste es el primer momento de la pedagogía evangélica y vocacional.
b. Impulsando procesos evangelizadores que partan de una experiencia kerigmática y generen itinerarios de formación de inspiración catecumenal y permanente, que desemboquen en una cultura vocacional.
4. Impulsar la participación activa de los laicos, y de manera especial de las mujeres en los ministerios, las instancias de gobierno, de discernimiento y decisión eclesial.
a. Propiciando el conocimiento y profundización de los documentos sobre la ministerialidad laical en todas las Dimensiones de nuestra Comisión.
b. Apoyando la continuidad del trabajo de la Dimensión de Ministerios Laicales con el equipo nacional y las provincias eclesiásticas.
c. Promoviendo en las diócesis la institución de los ministerios laicales de lectorado, acolitado y catequista.
5. Renovar, a la luz de la Palabra de Dios y el Vaticano II, nuestro concepto y experiencia de Iglesia Pueblo de Dios, en comunión con la riqueza de su ministerialidad, que evite el clericalismo y favorezca la conversión pastoral.
a. Creando conciencia (en los obispos, presbíteros, diáconos, consagrados y consagradas, seminaristas) de nuestra pertenencia a una Iglesia Pueblo, y que se manifieste en actitutes concretas y en una disposición espiritual propia.
b. Implementando y activando, con la participación de toda la Comisión, un plan para erradicar el clericalismo.
6. Acompañar a nuestro pueblo en sus dolores y esperanzas, en fraternidad comunión y justicia.
a. Incorporando la Doctrina Social de la Iglesia como un eje transversal en la formación de los seminarios, en la formación permanente de los presbiterios, de los diáconos permanentes, de la vida consagrada, y de los ministros laicos.